¡Por favor, activa primero las cookies estrictamente necesarias para que podamos guardar tus preferencias!
Desdramatiza: Somos personas, todos cometemos y errores y no pasa absolutamente nada, es ordinary, aprendemos de ellos y seguimos para adelante. Así que deja de martirizarte por los errores cometidos. En seguida te darás cuenta que los “siempre” “nunca” “todo” “nada” y demás términos absolutos que tu voz crítica utiliza no existen, si no que solo los utiliza para hacerte creer que eres incapaz de cambiar porque ya estás sentenciado por tus fallos y errores, cosa que por supuesto no es cierta.
Tener una autoestima saludable es imprescindible para sentirse bien. Sin autoestima, las relaciones con los demás y el día a día pueden convertirse en un infierno. Sin embargo sentirnos queridos, apreciados y valorados por nosotros mismos es uno de los mayores tesoros que podemos poseer.
Este tipo de acciones no solo beneficia a los demás, sino que también regresa a nosotros en forma de reconocimiento y aprecio, lo que contribuye a un mayor sentido de pertenencia y confianza, tanto en nosotros mismos como en nuestro entorno profesional.
Un ejemplo de pensamiento negativo sería cuando por haber tenido un accidente de tráfico, ya pensamos que cada vez que vayamos a coger el coche algo malo va a pasar.
Elige algo tonto y alegre para comenzar a considerar a tu crítico interno como algo que carece de credibilidad. Hacerlo, ayuda a poner tu conversación interna negativa en perspectiva y le quita algo de su poder.
La necesidad de controlar los sentimientos dolorosos: cuando la crítica ayuda a reducir o detener por completo los sentimientos que nos hacen sentir mal, la voz se refuerza.
Escribe en vez de read more pensar: Esta técnica consta en que la persona pueda expresar sus pensamientos de forma escrita, lo cual ayuda a analizarlos.
Y mediante el refuerzo o reforzamiento negativo se palía la necesidad de controlar sentimientos dolorosos:
El diábrand interno en este tipo de autoexigencia está basado en mensajes como ‘‘No puedes fallar, debes hacer todo perfecto’’…entre otros, los cuales llevan detrás un miedo al fracaso y al rechazo por parte de los demás.
La autoexigencia conlleva bastante sufrimiento ya que lleva consigo otros aspectos asociados como un elevado perfeccionismo y una baja tolerancia a equivocarse.
Nos compara con los demás dejándonos claramente en desventaja. Los demás siempre parecen mejor que nosotros por el basic hecho de solo nos fijamos en aquello que nos gustaría tener o hacer que no hacemos o que no tenemos.
La autoexigencia está muy relacionada con el perfeccionismo, ya que tener unas expectativas o metas muy altas que a veces no somos capaces de conseguir, puede generar un diásymbol interno basado en una alta exigencia y crítica hacia nosotros mismos si no conseguimos nuestras metas.
Separar los pensamientos que impiden mejorar la calidad de vida: ejemplos claros de ellos son victimizarse siempre, centrar las decisiones en un sentido de obligatoriedad en lugar de motivacional, o pensar que es solo a los demás les suceden cosas buenas.